Además de saber cocinar en un grado distinguido, un chef profesional debe reunir ciertas habilidades duras y blandas, las cuales se detallan a continuación:
1. Adaptabilidad
La adaptabilidad en cualquier cocina es clave. La probabilidad de que ocurran imprevistos en un restaurante es muy alta, ya que todos los platillos incluyen una amplia gama de diferentes ingredientes, tiempos de preparación y métodos de cocción. Asimismo, las intolerancias, alergias y consideraciones nutricionales de los clientes muchas veces obligan a los chefs a cambiar, sin previo aviso, un platillo.
Igualmente, la reciente adopción más generalizada de las tecnologías de la información permite a los comensales estar mejor informados sobre las nuevas tendencias gastronómicas. Por lo tanto, los chefs deben seguir actualizando sus conocimientos y modernizando sus técnicas, para satisfacer constantemente a una clientela cada vez más exigente.
2. Constancia
Esta es una profesión que demanda un gran compromiso y verdadera pasión, ya que las jornadas son largas y dinámicas, por lo que todo chef requiere de determinación y empeño constantes para servir platillos siempre con el mismo sabor y calidad, cuidando hasta el más mínimo detalle.
3. Creatividad
El proceso creativo en el cocinero es uno de los más apreciados. Es muy gratificante crear, desde cero, un platillo espectacular, con sabores, texturas nunca vistas y decorado admirable para conformar una verdadera obra de arte comestible. Sin embargo, la creatividad debe acompañarse de conocimientos profundos de las técnicas de cocina y de los ingredientes que engloba cada platillo para lograr un maridaje óptimo.
4. Investigación
La formación continua de los chefs es fundamental, ya que permanentemente el arte culinario se transforma y es preciso mantenerse al día y tener un amplio conocimiento de las nuevas tendencias y técnicas.
Esto no constituye ignorar el estilo propio, sino actualizar el toque personal propio de cada chef mediante la incorporación de métodos de gastronomía tradicional e innovadora.
5. Precisión y responsabilidad
Un chef debe ser muy meticuloso en todas sus preparaciones, desde las más sencillas hasta las más complejas, y debe dominar las técnicas y procesos para identificar la combinación exacta de ingredientes, las temperaturas adecuadas a las que se deben cocinar y los tiempos de ejecución de cada plato, cuidando, en todo momento, la seguridad e higiene. Todo ello implica una gran responsabilidad.
6. Previsión y planificación
Manejar una cocina profesional es muy complejo debido a la amplia gama de preparaciones que son necesarias. Por lo tanto, un chef eficaz debe poder prever y planificar apropiadamente para que todo funcione a la perfección.
7. Trabajo en equipo
Obviamente, una sola persona no puede hacerlo todo, se requiere de una gran capacidad organizativa para coordinar a los diferentes equipos de trabajo y anticipar los imprevistos que surjan, a fin de ser capaz de responder y solucionar los problemas que se planteen en el día a día.
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