Ser Cocinero o Rockstar
por Emmanuel Durán
A lo largo de este camino gastronómico, he estado en varias versiones de mí como cocinero: el aprendizaje y la universidad gastronómica; el trabajo, altas y bajas me han hecho quien soy ahora.
No, no soy el chef que viene a señalar o acreedor de la verdad. Sólo es mi opinión en base a mi experiencia...
Está bien dicho que quien goza de la gloria de hoy es por que su pasado lo construyó con perseverancia. Malas y buenas experiencias, luchas constantes que uno libra consigo mismo. Qué camino tomar, dónde ir, con quién trabajar, qué emprender...
Es aquí donde todo tiene un rumbo, saber y entender las circunstancias de la vida, dónde te pone y qué debes entender, qué te enseñan esas etapas.
Sí, a veces somos rockstars pues los halagos inflan egos, sin darnos cuenta estamos en la cima y a veces dirán palabras tan choteadas como: sé más humilde, planta bien los pies, ya se te subió, etcétera...
Sin darnos cuenta, no actuamos y creamos carácter en base a todo, no analizamos quién tiene razón y quién no.
Pero quizá nos hace falta eso para vivir y aprender qué es verdad o no.
También somos cocineros.
Vemos los procesos de los alimentos de principio a fin, donde no sólo nos enfocamos en ser rápidos, además cuidamos el producto, lo investigamos, aprendemos, observamos, entendemos las situaciones que existen alrededor, como soportar al chef, a los malos administrativos, los tratos prepotentes e incluso soportar a compañeros difíciles.
Aveces, lo erróneo es que nos quedamos en nuestra zona de confort.
Tenemos dos formas de ser y estar. En ambos casos nos llegan lecciones importantes. El control del ego y la importancia de ser arriesgado para sobrevivir en esta hermosa carrera. Sea cual fuere, en estas dos etapas debemos buscar nuestro ser auténtico que se construye a raíz de nuestra propia historia, de los tropiezos, obstáculos, problemas, logros y glorias, sin importar dónde estás, qué haces o a dónde vas. Todo contexto es diferente.
Ser chef del restaurante más humilde, hasta el que tenga estrellas Michelin.
Debes ser consciente que la gastronomía no es y no fue fácil, hacerlo con orgullo, pasión y gloria.
Porta tu filipina con gallardía. Sonríe al cliente, restaura su apetito, acepta críticas, vende tu menú con satisfacción, descarta las opiniones de quien lo hace con dolo. Estar dispuesto a caer y volver a levantarte.
No somos rockstar ni cocineros.
Somos amantes de esta hermosa profesión.
Y si apenas empiezas o estudias, prepárate para aprender historia, técnicas, geografía, química, matemáticas, administración...
Pero lo más importante. Debes estar dispuesto a ser valiente. Abróchate el cinturón que el camino es turbulento. Tú decides si eres aferrado o no.
Chef: tu ego, tu humildad, no sirven de nada si no dominas el infierno y el cielo. Equilibrio. Fuerza y sueños te hacen un verdadero artista culinario.
Excelente artículo 👌👍